Con cada letra que danza en su boca despierto del letargo. Se que he escuchado antes esa hilera de formas aunque ahora no signifiquen nada más que el recuento de una vida que ya no me pertenece; una vida que ya no recuerdo.

Voy llenando de frescura mi cuerpo. Un cuerpo que siento por primera vez después de este descanso forzado. Y te respiró como si fuera mi última oportunidad de reconocerte de entre todas esas tarjetas de presentación almacenadas en mi memoria.

Deja un comentario