Siento que vomito estrellas de veneno y café amargo

Vomito estrellas y revuelvo mi café

Empaco las manos, los besos, tus ojos y mi fé

Los mantengo aquí, a dos pasos del timbre cerca de la puerta para cuando salgas

Apagar las luces y encender velas

Esperar entre el silencio y el vaivén de tus pasos

Espero a que duermas crujir de tu quijada

Dormimos y la noche se viste de blanco.